Echamos el telón de una
extraordinaria temporada, que nos deja un montón de buenos momentos. Hemos
crecido, nos ha acompañado la suerte y nos lo hemos pasado bien ¿qué más se
puede pedir?
El día de la ofrenda a la Santina
es un día importante para todo este grupo, heterogéneo porque nuestros chicos
van de los 6 a los 16 años y se comparte salida con los padres. Pero sobre todo
es un día muy esperado para los pequeños, que por un día salen a rodar al
asfalto con todo el viento en la cara, con el ruido del tráfico, la música de
cambios gruñendo, rodeados de los
grandes y claro que los grandes nos son los progenitores
Vídeo de la salida
, que para esa categoría hay
que emplear términos de edad geológica. Rodar, comer kilómetros, conversar con
el del al lado de tú a tú, aunque sea levantando la barbilla un poco y superar
la subida a la Basílica, son grandes alicientes que suponen más nervios que
alguna carrera, es el colofón premio a todo un año de trabajo como alumnos de
deporte en nuestra escuela. Comida y juegos para rematar.
Buenos resultados cosechados
durante todo el año. Dimos la batalla en todos los terrenos y con muchos
triunfos. Mejor aún, muchos triunfos repartidos (hasta 14 chavales distintos
tocaron la purpura). Mejor todavía, más de la mitad lo hicieron por primera vez
y lo hicieron, con nuestra casaca. Pero es que el auténtico éxito es ver el
progreso de todos y la imagen que se está transmitiendo. El pódium es una anécdota,
el verdadero valor es el de la superación y forjar verdaderos deportistas es el
objetivo.
Me quedan en la retina grandes
momentos, difícil de elegir alguno, pero puestos, me quedo con la sonrisa de
nuestro benjamín Rai, mirándonos desde lo alto del pódium en los escolares, o
el triunfo por equipos de Candamo. Gran satisfacción la de renovar la escuela
por abajo y cierta tristeza porque se nos van nuestros mayores Liam y Edu.
¡Cómo os vamos a echar de menos y eso que es solo un hasta luego!
El día fue un compendio de todo
lo que hemos vivido este año, muy divertido y con buen rollo, sobre todo esa
importante empatía que hace que un grupo funcione y que juntarnos sea un buen
momento.
Le pedimos a 2015 que sea tan
bueno como el que nos deja. Nos vemos pronto.