domingo, 6 de mayo de 2012

¡¡¡¡¡Gracias!!!!!


¡¡¡¡Gracias!!!

Estoy de vuelta y lo primero que necesito decir es ¡gracias!, de todo corazón, ¡mil veces gracias!, a todos, a todos de verdad. Me siento realmente abrumado a mi regreso, recibido como si fuese una persona importante, enterarme de que el seguimiento de la carrera ha sido tan amplio y extenso, que se ha vivido de punto de control, en punto de control, que el resumen de teledeporte era un momento importante del día, para intentar ver alguna secuencia en la que se nos distinguiese, que os habéis alegrado tanto como nosotros de nuestra aventura.
Pero no es desde ahora, es desde que comenzó el sueño, desde que empezamos a plantearnos el reto, cuando parecía más una elucubración de las que luego nunca salen.

¡Gracias!, por los mil consejos, asesoramiento que tanto me han servido, horas de conversación de vuestro tiempo, en persona y al otro lado del teléfono.

¡Gracias!, por quedaros con mis niños para que yo no me saltase los entrenos.

¡Gracias!, porque no he necesitado pedir nada para que me ofrecieseis todo de lo que disponíais, que podía necesitar.

¡Gracias!, por el recibimiento, digno de un campeón, pancarta, por esa hoja de firmas tan preciosa y trabajada …

¡Gracias!, porque después de cientos de kilómetros de viaje, me habéis hecho fácil el seguir preparándome, sin el sentimiento culpable de no atenderos.

¡Gracias!, por ser mi socio, por ir despacio, cuando había que ir despacio y sufrir tortura cuando había que ir rápido. Pero sobre todo, porque sientes como propio todo esto.

¡Gracias!, por todo el cariño y afecto que siento.

No voy a seguir extendiéndome, para no hacerme pesado, pero no puedo terminar estas líneas sin un par de agradecimientos más.

A mis niños, que son mi motivación diaria para luchar, que han sido el bálsamo en mi cabeza para superar tanta adversidad entre arena y piedra.

Y sobre todo a ti, que te robo todos los días el tiempo que te pertenece, que no me reclamas nada, pilar de todo, por ti, por ti, si que cruzaría un desierto.

Perdón por colarme una vez más y esta vez con una crónica tan sentimental, no volverá a pasar pero necesitaba agradecéroslo. ¡Volvemos al tajo!







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